“Caramba no se que voy a hacer. Esta situación económica es desesperante. No quiero seguir los mismos pasos que han seguido mis padres dándole aflecho a los puercos y echándole agua en el espinazo para que se refresquen. Tengo que buscar nuevos horizontes. Aquí no hay progreso. Aquí no hay vida. Aquí lo único que hay es mucha pobreza.” dice Pucha en uno de esos refunfuños que ella suele hacer a sola al tiempo que le da de comer a los cerdos usados por sus padres para el sostenimiento de la familia. Pero en el mismo momento que Pucha Refunfuña, llega su hermana gemela Laura la cual con su presencia, de repente interrumpe el refunfuño de Pucha. Estas dos jóvenes viven en un campito perteneciente a la provincia Valverde Mao; un pueblo localizado en la parte central de la Republica Dominicana. Pucha y Laura son unas hermosas jovencitas de 15 años quienes viven con sus padres en un lugar repleto de pobreza. ¿“Que te pasa Pucha? Veo que estas preocupada y refunfuñando en voz alta. ¿Cuál es la queja hermanita?” pregunta Laura. “Aquí hermanita echándole el agua en los espinazos de los puercos al tiempo que pienso en esta situación” responde Pucha. “Yo estoy un poco preocupada con eso que te preocupas hermana. Yo entiendo que nuestras vidas no deberían de detenerse aquí; sino que debería de seguir su curso normal para el bien nuestro. Pero también creo que sin abortar el curso que lleva nuestras vidas, uno tiene que esperar que se le presente su oportunidad a su debido tiempo. Lo malo de esto es que algunas de nosotras, muchas veces tratamos de adelantarnos a los acontecimientos y querer hoy mismo lo que nos ha de poder pertenecer mañana. Fíjate hermanita durante esta actual época de los sesentas y el final de la pasada época de los cincuentas, las mujeres jóvenes como nosotras nos hemos convertido en presas de los traficantes de mujeres para prostituirlas. Pero lo que mas me preocupa es que las mujeres que se convierten en las presas más fáciles, son aquellas que quieren obtener hoy mismo lo que le pudiera pertenecer mañana. Pero lo más interesante de esto, es que los traficantes de mujeres se aprovechan de tal desacierto, conquistándonos con promesas falsas haciéndonos creer que a través de dichas promesas nosotras resolveríamos todas nuestras necesidades perentorias. Lo que mas adelante le permite a esos bandidos a vendernos como piezas mecánicas a los dueños de prostíbulos cuando estos necesitan nuevas mercarías sexuales para sus negocios. Pero lo mas doloroso de todo esto es que al final de todo, ellos solo nos convierten en vulgares prostitutas.” Dice Laura. “Bueno, en realidad estas personas pueden hacer esto porque los prostíbulos son legales, como de igual manera lo es la prostitucion en este país. Ahora bien hermanita, yo pienso que si algo es legal como los son los prostíbulos, entonces no debería ser malo o ilegal practicar la prostitucion. De lo que si yo estoy clara es en el hecho de que aunque a la mayoría de las gentes no les gusten lo que estos dueños de prostíbulos hacen, esto no quiere decir que ellos estén violando la ley” responde Pucha. ¿“Pero hermanita a que tu te refieres cuando tú hablas de ilegalidad? ¿Tú te refieres a los prostíbulos o a la casería de mujeres? Los prostíbulos con prostitutas no debería ser asunto de ley. Eso es un asunto de dignidad de mujer; de principio y respeto a asimismo” dice Laura. “Bueno hermana como tu sabes una cosa no puede ser sin la otra. Las mujeres que se van con estas gentes quizás lo haces porque ellas quieren hacerlos y si esto es cierto entonces yo no veo nada malo o ilegal en esto” responde Pucha. “Bueno quizás tu tengas razón hermana. Lo que si te diré es que yo prefiero quedarme aquí en mi campito con mi pobreza y no irme con esas gentes a vender mi dignidad de mujer. Yo tendría que estar loca para yo hacer algo así” dice Laura.