Un Poco de Mi Para el Alma

Capitulo II

Pasados los días, regresé a la isla. Cuando entré a mi casa mi padre no estaba muy contento por mi viaje. Lo saludé y le dije:"Ya se que no fue de tu agrado que fuera a la capital. Yo lo lamento. Me gusta complacerte en todo, pero ahora estamos teniendo ciertas diferencias en esto. Nunca había sido así, ni es lo que yo quiero. ?Donde esta mamá?" "!Allá, en el patio, recogiendo huevos y aguacates. "

Fuí donde ella, me abrazó con el cariño con que siempre ella lo hacía. Caminamos juntas hacia la casa. Ella, muy preocupada, me dijo: ?Qué preguntas te hizo tu papá?"Ninguna, yo hablé mas que él. Tu sabes que su rostro lo dice todo, cuando esta bravo, yo, preferí no entrar en profundas conversaciones, para no tener que discutir. No es costumbre de él, ni mía y así, nos evitamos dolores de cabeza". Mamá me miró detenidamente. Me dijo: "Tú tienes la razón. El tiene su forma de ser, pero tu lo consideras mucho y es bueno que así sea. El ha sido tan bueno contigo."

Mi madre hacía todos las labores de la casa. Todo lo tenía limpio y en orden. Para ella, yo siempre era una niña pequeña. No pensaba que el tiempo trascurría y que la niña había crecido yá. Tenía mi cama preparada, mi baño y mi pijama. Me gustaban todos esos mimos y le agradecía todo lo buena que era conmigo. También, era igualmente buena con los demás. Le conté a élla lo bien que la pasé. Empecé por contarle sobre los familiares y algunas de las amistades de él. . Que me había hospedado en aquel mágico hotel, uno de los mas bellos de la Habana. Que la habitación era lindísima y que estaba llena de regalos. "!Todo lo que te cuente es poco! !Había que ver eso!. Cuantos detalles, Estaba loca por contarte. Y ahora lo mas importante que quiero decirte: !Me propuso matrimonio! Mamá me preguntó asombrada:" Y tú, que le dijiste?" "?Que le iba a decir? !Lo acepté! No quiero que te sientas triste cuando me vaya a vivir con él, encauzaré mi vida en aquella cuidad. Vendré a verlos siempre y te escribiré. Se que los voy a extrañar, pero estaré al lado del hombre que amo. ". "Hija, no lo veo mal. Se que te has enamorado, y eso nos pasa a todas". Tu padre algún día te entenderá; a él, con el tiempo, se le pasará el enojo. Tu historia se parece un poco a la mía. Mi papá tampoco estuvo de acuerdo cuando yo me casé con tu padre y con el tiempo se le pasó y después lo quiso más que a ningún otro yerno. Yo le dije:"Pero eso tu nunca me lo habías contado!". "Hija, es que esas cosas casi nunca las cuento. Son cosas de familia, que a uno no le gusta ni comentarlas cuando han pasado". Yo le dije "Quizás tu tengas otras cosas por las que has pasado y no me las has contado. A mí me gustaría saber tantas cosas de ti. Quizás tu tengas alguna pena dentro de tí y pueda ayudarte". Tú y yo debemos tener una buena comunicación. A veces el alma se afecta, y es una necesidad decir las cosas. Tú siempre estás tan calladita. Por lo que me cuentan, papá fué un poco bohemio, tocaba la guitarra y cantaba muy bien. Y tú, ?que hacías mamá?". " Yo hija, siempre lo esperaba tranquila, con Uds, aquí en mi casa". "Ahora comprendo lo buena que tu has sido, pienso que se lo has perdonado todo. !Déja, no me cuentes detalles!. Yo creo que por eso él te considera tanto y yo no se porqué, siempre te he mirado con lástima. Bueno mamá, yo seré buena contigo y te daré mucho de mí, para ayudarte a aliviar tus penas. Quiero luchar para cubrir tus necesidades". "!Ay hijita! Me gustaría contarte algo: !Cuando tú naciste yo me puse tan contenta! Eras una niña muy hermosa y tenías unas manitos gorditas. Recuerdo que en la cama al lado de la mía, en el hospital donde yo te dí a luz, había una señora que también estaba esperando un bebé. Yo parí primero que ella. Cuando ella te vió, celebró lo linda que eras y me pidió que la dejara tocar tus manitos. Yo se lo permití. Después, me pidió otra cosa. . "Yo le pregunté"?Que cosa mamá?"Imagínate hija, tu sabes que no somos creyentes. Ella me pidió santiguarte las manos". ? Y tú, ? que hiciste entonces? Yo solo albergaba un sentimiento de amor entrañable hacia tí hija. Y le dije:"Bueno, si eso es bueno, santíguaselas. Yo quisiera que mi hija estuviera protegida para toda la vida. Y así lo hizo. También me sucedió algo bonito: Tu abuela, la madre de tu papá, se llamaba Bárbara. Yo quería ponerte ese nombre para que tu papá se pusiera contento. Yo recuerdo que cuando me preguntaron que como te iba a poner, les dije:"Santa Bárbara". ?Y, por que Santa, si tu no eras una mujer creyente?". "Es que como te dije, yo quería todo lo mejor para tí. ""Sabes, a mi siempre me llamó la atención que tu me pusieras ese nombre. Hoy te doy las gracias. A mî me gusta mucho mi nombre, y pienso que él me traerá buenaventura. Yo estoy encantada, con todo lo que me has contado! Valió la pena abrir mi corazón a ti. Hoy, tu has llenado el mío, con tanta ternura, que ha sido como un bálsamo de amor divino. Ahora caminaré mas confiada por la vida". "Ay, hija, tu tienes cada cosas!". "No mamá, es que todos tenemos historias escondidas y ? por qué no hablarlas ?, ?por qué no comunicarlas?

Entre las personalidades que he observado en mi corta estancia en este país, una de las que mas he admirado es a Cristina Saralegui. En cierto momento escribí la siguiente carta que nunca envié por el temor de que fuera considerada como un puente o plataforma de propaganda para llegar a un reconocimiento público de mis dones psíquicos. Pero no la destruí, la guardé, por si algún día, ese diálogo que le menciono en la carta, llegaba a realizarse. Hoy, siento el deseo de incluírla en este libro, como un pequeño homenaje a la altruísta labor que ella realiza día a día.

Nueva York, Febrero 25,1999.

Querida Cristina:

Desde mi casa, te envio esta carta, único medio posible por el momento para comunicarme contigo. Estoy bajo otro cielo y otras circumstancias. Bajo otro cielo porque soy cubana, como tú. Bajo otra circumstancias, adaptándome al país.

Dejame decirte que no me pierdo un programa tuyo siempre que tengo tiempo."Me encantan",continúalos hasta los últimos dias de tu vida. Eso te llevará donde deseas. La satisfacción de ese trabajo que realizas, será siempre tuya y nadie podrá arrebat&a