Desnudo frente a mi Pueblo
Puñaladas al Corazón II
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Antiguo Guatemala, 1999. — En este momento estamos a punto de llegar al hotel Las Cabras, en donde nos hospedaremos por tres días, se le escuchó decir a la señorita Marely, una hermosa y joven mujer de ojos cafés y cabello negro rizado. Dijo esto con una hermosa sonrisa que dejaba ver sus dientes blancos y parejos. Momentos después el bus en que viajábamos se detuvo y los pasajeros comenzaron a bajarse, permaneciendo a bordo sólo los que con ella viajábamos. Al mismo tiempo la mujer se puso de pie y nos dio una ligera mirada a todos cambiando la expresión de la cara completamente a la de la hermosa sonrisa. — A partir de este momento todos ustedes comenzarán a viajar solos; hagan de cuenta que a mí no me conocen. Por lo tanto, cuando caminen por la ciudad, no me pregunten nada, es más, ni me miren, sólo tienen que prestar atención a todo lo que yo hago y lo harán ustedes. Otra cosa quiero que les quede clara: el que cometa un error y por eso quede detenido, será su problema. No lo olviden. En ese caso, nadie lo conoce, porque el que lo haga, se los aseguro que se queda con él. ¿Les ha quedado todo claro? Repitió mientras se llevaba una lata de soda a los labios. — Todo se les hará más fácil si prestan la atención debida y me siguen desde larga distancia. Otra cosa muchachos: el que yo sea mujer no quiere decir que no tengo carácter. Recalcó sus palabras mientras se sentaba y colocaba un pie en el asiento del costado. Luego mostró una pequeña sonrisa por un lado, dejando ver de nuevo sus blancos dientes. Después que Ignacio hubo dicho eso, se quedó en silencio y pensativo. Luego de unos segundos siguió diciendo: Linda mujer, nunca pensé llegar a tener tan buena comunicación con ella por todo ese largo y traumatizante camino. A partir de ese momento nos convertimos todos en buenos amigos. Para mejor decirlo, nos convertimos en una familia ya que ninguno de los que viajábamos se sentía más que nadie y comenzamos a cuidarnos unos a otros. Poco después llegamos al famoso hotel Las Cabras, lugar que le daba honor al nombre ya que era un sitio descuidado y sucio por donde pasaban cientos de personas a diario sin que los propietarios se ocuparan de limpiarlo; un insoportable olor a orines humanos y de ratas emanaba por todas partes y además en cada cuarto metían a más de diez personas al mismo tiempo ya sea para ocultarlas o por ahorrarse dinero. Y por la cantidad de gente que se hospedaba en el lugar los baños no alcanzaban y la mayoría terminaba orinando en las esquinas o en los alrededores del local. Por suerte para nosotros sólo nos quedamos las noches que estaban previstas, no más. Alrededor de las doce de la noche del tercer día llegaron unos hombres mal encarados y nos ordenaron subir a un viejo carro carguero en el que nos llevaron con las luces apagadas, por unos montes entre la maleza, hasta que llegamos a la orilla del río Suchiate, que hace frontera con México. En cuanto nos bajamos del carro escuchamos un grito que nos ordenó: ¡Corran! y casi al mismo tiempo vimos a un hombre salir corriendo entre el monte. Sin pensarlo todos fuimos tras él. Momentos después, nos encontrábamos con el agua hasta la cintura guiados por aquel hombre que no se cansaba de apresurarnos y nos decía en voz baja: — Caminen, que sólo tienen unos segundos para cruzar. Si no se apuran serán arrastrados por la corriente que viene de la presa. Ésa era la prisa que él tenía, ya que en ese río hay presas del sistema hidroeléctrico y cada cierto tiempo dejan escapar el agua, por lo tanto era un peligro terrible el que estábamos corriendo de morir todos ahogados. Mientras cruzábamos el río me pasó por la mente el recuerdo de mi hermanita levantado su manita, diciéndome adiós, abrazada de la pierna de mi madre. Mis recuerdos fueron interrumpidos de golpe al darme cuenta que de un segundo al otro el agua me había llegado hasta el cuello. En ese momento escuchamos al llamado guía que nos traía, gritando maldiciones dirigidas a todos: ─ ¡Hijos de su puta madre, apúrense! ¿O creen que se tomarán toda esa agua? Segundos después, miramos venir una ola que venía hasta con cola en el aire, por la velocidad que traía y nos revolcó. Por gracia de Dios logramos salir todos. Nos habíamos salvado de milagro, pensé. Después de atravesar el río nos fuimos caminando por unos montes en medio de una oscuridad tal que ni las manos nos podíamos ver, y lo único que se nos ocurrió a todos fue tomarnos de las manos y caminar en fila ya que el único que traía lámpara era el guía que iba hasta adelante. Yo sentía mucha pena por las mujeres que viajaban con nosotros porque eran tratadas de la misma manera que todos los hombres, pero la que más pena me daba era una señora gordita. A ella la agarraban entre dos para tirarla al otro lado de las cercas; cómo y dónde cayera, era su suerte. Después de haber caminado durante más de una hora por entre los pantanos de la orilla del río, llegamos donde nos esperaba un carro viejo, con barandas de hierro. El carro era pequeño y los que teníamos que entrar éramos más de veinte, la cosa es que entramos todos, incluyendo a la señora gordita, que fue prácticamente arrojada al carro entre dos hombres. Para mala suerte de la mujer, y por las prisas que traíamos, metió el pie en un hueco y se lo lastimó. Viajamos en el carro por unas dos horas y luego llegamos a una bodega procesadora de plátanos donde terminamos de pasar la noche. La verdad les digo, creo que todos estábamos igual de asustados; recuerdo que lo estaba esa pobre mujer y me duele recordar cómo sufría por su pierna rota.
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About the Book
Prólogo En las páginas de este libro lo cotidiano tiene un sabor de intimidad que lo hace todo diferente: Ignacio se desnuda el alma y nos abre las puertas de su vida en una confesión que puede hacer que en algún momento derramemos una lágrima, pero también nos puede provocar una sonrisa. Y sin que uno se dé cuenta, la historia nos va envolviendo en un tiempo sin tiempo y nos lleva a lugares comunes que nos traen recuerdos de uno mismo, y a medida que recorremos las páginas, sutilmente, la historia de Ignacio deja de ser su historia, ajena y distante, para convertirse en nuestra propia historia. La novela está compuesta por varios elementos, tanto humanos como religiosos y morales, que van captando la atención del lector desde el principio, cuando comienza la aventura de Ignacio. En ella relata con realismo dramático los peligros y sufrimientos por los que tuvo que pasar, al igual que millones de indocumentados, cuando decidió emigrar a los Estados Unidos en busca de una vida mejor. Así, nos convertimos en testigos de su viaje de esperanza y padecemos junto con él sus miedos, su cansancio, su incertidumbre y su nostalgia por sus seres amados y la tierra que dejó atrás, y nos alegramos y reímos con él en sus contadas alegrías. Pero lo que a mí en lo personal me motivó para no parar de leerla hasta el final, fue el estilo que Fredis Romero le imprime a su obra para plasmar en ella una realidad terrible y dolorosa de la vida misma: el maltrato infantil y el rechazo a la homosexualidad, frutos violentos de la ignorancia colectiva que desgraciadamente padecemos a diario pero a los que no le damos la importancia que merecen. Esta novela nos lleva a tomar consciencia de cosas que algunas veces no valoramos en su justa dimensión, principalmente por miedo de enfrentarnos con la realidad, como lo dice Ignacio en algún momento: “El miedo más grande que ocupa nuestros corazones es el de encontrar nuestra vocación y vivir la vida conforme nosotros queremos; no como la sociedad lo impone.” Hay algo en el relato que me atrae y me llama la atención: no obstante que Ignacio nos abre su vida y nos permite mirar hacia el interior de su corazón, hay cosas que no se deja robar. Una de ellas es el gran amor que le tiene a su familia y su enorme sentido del perdón, pues a pesar de todo no deja de hablar de su padre y recordarle que lo ama. Es tal el amor que siente por su familia que a través de ellos se creó un escudo de fuerza tan grande que ha sido capaz de soportarlo todo y por ellos fue que juró que no se daría por vencido, pasara lo que pasara. Con todo y las injusticias de que fue objeto, en el corazón de Ignacio no existe ni una pizca de resentimiento ni odio para nadie. Y aprende a vivir cada día como si el mañana no existiera; vive intensamente cada minuto de su vida. En otras palabras, creo que la vida de Ignacio sin duda es un ejemplo a seguir para cualquier joven y todo aquél que se detenga a conocerla encontrará en ella más de una respuesta a sus preguntas para con su propia vida. Espero que este libro no sólo sea leído por quien lo tiene en sus manos en este momento sino que lo comparta con quien está a su lado. Recuerde el lector que el que da un libro, también da lo mejor de sí, ya que conocer y aprender es una de las cosas que no tienen precio.
About the Author
J. Fredis Romero nació en Usulután, El Salvador, en el año 1981. Realizó parte de sus estudios en la escuela Arcos del Espino y fue ahí donde dio sus primeros pasos en el arte. A los doce años de edad formó parte de el grupo musical local llamado "Olas Tropicales" como coreógrafo y bailarín. También compuso algunas de las canciones que el grupo interpretaba. En 1999 decidió salir de su patria rumbo a los Estados Unidos para cumplir con sus metas. Un año después, tomó clases de teología, historia y religión en la escuela pública patrocinada por la Iglesia Católica en el Apostolado Hispano de Arlington, Virginia. También, participó en pequeñas obras teatrales como escritor, actor y director. Algunas obras fueron presentadas en esta institución religiosa. En ese mismo lugar se desempeñó como consejero voluntario para la juventud. En el 2001 se presentó como bailarín, en el programa de televisión Buscando tus Sueños, trasmitido por Univisión-Washington, D.C. Ha actuado en diferentes obras teatrales como La vida de San Ignacio del Loyola, San Pablo, La Hija de Jairo, El Mendigo, San Martín de Porres, El Condenado, Reflejo de una Vida y Los Bailarines de la Colonia de Washington. Estas tres últimas son de su autoría, las que además dirigió y protagonizó. En Marzo del 2008 presentó con gran éxito su primera novela, Puñaladas al Corazón, la cual está siendo distribuida a nivel internacional por Amazon, Barnes & Noble, entre otras. En ese mismo año produjo un mediometraje basado en su primera novela. Ha escrito varias novelas y mas de cien poesias que no han sido publicadas. Parte de su formacion escolar fue en: Professional Development Center. The High School Equivalency Examination G.E.D. (Language Arts) Certified HVAC technician aire acondicionado y califacción en: Licensed Trades of America, Inc. San Anthony School. English class. Sanz School. Six-Month English class, Apostolado Hispano in Arlington VA. Six certificate of yonne, Su trabajo ha sido reconocido en varios medios de comunicación como Univisión Wahington, Radio 1460 am, revista Adelante, Raíces latinas, Washington Zona VIP, entre otros muchos medios y lugares más. También ha escrito artículos para los periódicos El Imparcial, MetrolatinoUSA.com y Intipucacity.com. Trabajó como voluntario y diseñó el webside oficial para la organización Latino GLBT History Project. En Fefrero de el 2010 fundó el programa Héroes Latinos Show. www.heroeslatinos.org Donde es productor ejecutivo, editor y presentador estelar. Un programa dedicado a la comunidad de habla hispana esparcida por todo el mundo con acceso a Internet. Actualmente ésta tomando clases en el canal Radial y Televisión Fairfax Public Access en Virginia. Clases de producciones virtuales, productor de televisión y fue co-presentador de el programa "Café Latino" transmitido por www.fcac.org todos los Domingos de 12 @ 1pm. Mientras tanto sigue escribiendo novelas y poesías y preparándose para el lanzamiento de su tercer libro titulado "Tres caminos un solo Destino". www.jfredisromero.com