Morelia, antes conocida como Valladolid, está situada en el valle de Guayangareo. Durante muchos años Mil cumbres fue la única conexión entre la capital y más tarde con la construcción de las otras carreteras, Morelia dejó de estar aislada y hasta cierto punto ajena al progreso que en el resto del país se llevaba acabo. Morelia se encuentra rodeada por las Lomas de Santiaguito, de Santa María Guido, El cerro de Quinceo y Punhuato que mantienen un clima templado haciendo de ella la ciudad ideal para vivir. ¿Quién y por qué se llevo acabo la fundación de Morelia? Si observamos con cuidado la arquitectura de las ciudades españolas nos podemos dar cuenta fácilmente que cada una de las ciudades diseñadas por los españoles tienen mucha semejanza con las ciudades de donde ellos vinieron. Una vez en el nuevo continente, la nostalgia por sus ciudades fue la motivación para recrear la cuna natal que al otro lado del atlántico habían dejado, y fue así como Morelia, al igual que otras ciudades fueron fundadas.
Morelia fue fundada bajo el mando del Virrey Antonio de Mendoza a mediados del Siglo XVI. A principios del siglo XIX el congreso del estado decidió cambiar el nombre de Valladolid a Morelia en honor al cura Don José María Morelos y Pavón y es así como los valladolianos llegamos a ser Morelianos. Me imagino que adaptaron Morel de Morelos añadieron ía para darle el toque de genero femenino para ser Morelia.
Ahora al estar lejos de Morelia y sentir en mí la nostalgia que se apodera de mí a cualquier hora del día, mi mente se ausenta del presente para viajar al pasado despertado los momentos felices que viví ahí. Muchas veces me preguntan que porque si la extraño tanto continúo viviendo lejos y la verdad es que al vivir lejos me ha hecho que la aprecie y la valore más.
Sería injusto decir que después de tantos años Morelia no ha cambiado y que sigue siendo la misma. Pero, no es así. El tiempo ha pasado y ella ha cambiado al igual que todo. Con la construcción de nuevas carreteras y los medios de transportación Morelia, que antes había estado aislada hoy es la novedad del mundo entero a donde llegan miles de personas en busca de paz y albergue. Los que se quedaron para vivir los cambios, estos son un mérito, pero para los que por circunstancias de la vida tuvimos que partir lejos, tejer un rosario de cuentas de cantera rosa ha llegado a ser un rosario de misterios interminables. Y el rosario de recuerdos del corazón continúa creciendo sin cesar. Para algunos Ella es más moderna, clamorosa, atractiva y señorial. Sin embargo, para los ausentes, los que a la distancia la añoramos y la soñamos como era antes, se presenta agotada ante nuestros ojos. Notamos su belleza marchita por el tiempo que da paso al dominio de la tecnología y arquitectura tratando de disminuir su encanto. ¡Cuántas veces he deseado de que vuelva a se la misma de antes! Sus calles pacíficas, románticas y melancólicas a cualquier hora del día bajo el manto azul celeste que Dios designara para ella. Si querido paisano, ella no era así como tú la contemplas hoy. Si ahora la halagas y admiras, antes lo hubieras hecho mil veces más. Ciudad querida que a través de la distancia cobra vida y se trasforma en una reina Tarasca majestuosa y digna de la nostalgia que en mi despierta.
Morelia fue para mí una flor primaveral durante mis años de juventud, y desde que partí es el tormento de la nostalgia que domina mi corazón al sentirla tan lejana. Sus recuerdos en mi mente y corazón son el motivo para hacerla seguir viviendo en el alma. Nació de la creación de hombres que al encontrarse ausentes de su ciudad querida y lejana trataron de reconstruir en el Nuevo Mundo ciudades parecidas a las ciudades que habían dejado atrás. Al construir Morelia revivieron el lugar ausente, combinando el pasado con el presente y entre cantera y cantera crearon a una diosa tarasca original. ¡Como Morelia no hay dos! Caminando por sus calles, viviendo entre sus muros de cantera que parecieran hablar y meditar en sus iglesias nos podemos dar cuenta que es el producto de la nostalgia que a muchos nos ha oprimido y seguirá oprimiendo el corazón al encontrarnos ausentes. Sí, mí querida Morelia, lugar sagrado y cuna de mis recuerdos de la infancia y juventud. En mi corazón te llevo y en mi mente habitan los recuerdos que nunca morirán.